Instalar bicipuertos en las plazas públicas de la ciudad sería un buen punto de partida para dotar de infraestructura que permita a los ciclistas asegurar adecuadamente sus vehículos, e incentivar el uso de la movilidad alternativa en una ciudad como Arandas, saturada por el exceso de autos y de motocicletas, que –al igual que los autos- ocupan las calles y los pocos espacios de estacionamiento de la ciudad.
Actualmente la gente intenta amarrar sus bicicletas con candados en los árboles de las plazas, en una banca u otros más tienen que pedir permiso para meterlas a las dependencias o tiendas a donde acuden, ante el miedo de que se las roben.