Apenas en la edición anterior de este medio de comunicación señalamos el mal estado de las calles Venezuela y Brasil, justo las que coinciden con un fraccionamiento privado donde no hay concreto en la calle Venezuela y ni siquiera empedrado en la calle Brasil.
Ambas calles eran intransitables, pues entre agujeros, charcos, un zanjón y pilas de basura, la imagen de abandono y suciedad era evidente.
El señalamiento de inmediato fue atendido, y hoy estas calles muestran una cara totalmente diferente, pues ya son transitables y no están los agujeros ni charcos.
Cuando las autoridades responden a las necesidades ciudadanas, se merecen el reconocimiento público. Pero esto también es una lección sobre la importancia de denunciar e informar de estas necesidades, a pesar de que en realidad quienes debieron resolver esta situación son los urbanizadores, que se enfocan en el espacio privado y no colaboran con la mejora del espacio público.