Nadie se quiere quedar sin plantar agave en el municipio de Arandas, pero hay situaciones que rayan en lo absurdo, ya que se realizan plantaciones hasta en terrenos baldíos. Existen varios lotes en la ciudad con plantaciones de tan solo 75 plantas.
Pero lo más grave del caso, es que ni las banquetas dejan disponibles para los peatones, como en la imagen que corresponde al fraccionamiento Jardines de la Glorieta, donde, a pesar de ser un fraccionamiento destinado a la construcción de casas habitación, los mismos dueños de los terrenos de estas imágenes decidieron usar esos terrenos como zona de mini-cultivos. Ahí, la gente tiene que caminar por la calle.
De por sí en Arandas las banquetas han sido un problema histórico, el permitir que pongan sus plantaciones hasta el machuelo de la calle, dejarán sin lugar a los peatones poco a poco, ya que en los próximos años no podrán construir ninguna banqueta ahí.
Además, los productos químicos que se ponen en esas plantaciones dentro de la ciudad, ponen en riesgo la salud de los vecinos, ya que los herbicidas, insecticidas y fungicidas indican en sus etiquetas que son tóxicos o incluso mortales en caso de respirar esos olores.
El olor de los herbicidas llega a varios metros a la redonda y durante varios días. También los animales, especialmente los perros, sufren con el olor de los pesticidas utilizados en zonas habitacionales.
El departamento de Ecología de Arandas al parecer también tiene trabajo pendiente por hacer dentro de la ciudad, hasta el momento no han denunciado o prohibido estas prácticas, que se extienden rápidamente.
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