Históricamente, en la calle Amando J. de Alba, entre Allende y Matamoros, había un espacio que se había convertido en un tiradero de basura, justo a la mitad de la cuadra.
Los propietarios no se preocuparon por construir una banqueta, y cuando se le dio a conocer a Obras Públicas de esta situación, se dijo que revisarían el caso.
Luego de alrededor de 15 días, ese basurero había desaparecido. Días después llegó una cuadrilla de trabajadores de Obras Públicas y se pusieron a trabajar.
Para la tarde de ese día estaba terminada la banqueta. Se trata de una pequeña obra que da grandes resultados y que cambió la imagen de la calle, pero sobre todo le da comodidad a quienes caminan a diario por ahí.