Lupita Samoano es una mujer de convicciones, de ideales, y que enfrenta retos para cambiar las cosas. Busca ser diferente con la verdad como herramienta para acabar con el engaño y las ilusiones de aquellos aferrados a vivir en la política de antaño.
Pocas veces como hoy había surgido alguien que a sabiendas de tener un reto frente a sus ojos, de una dificultad mayúscula, se atreviera a tomar el toro por los cuernos y hacer la faena más importante de su vida, caminando por las calles de Aradas y llevando un mensaje para convencer a la sociedad de que la mejor manera de generar progreso y bienestar es conociendo a fondo lo que siempre ha estado tras la cortina de humo que genera el deseo del poder.
Lupita Samoano, con la conciencia y la certidumbre de que el ser humano necesita de una atención especial en cada espacio de la vida, forjó un proyecto cuyo punto principal es humanizar al ayuntamiento, con personas preparadas para servir a la sociedad y no servirse de la sociedad.
De ahí tomo algunos puntos esenciales que pocos se atreven a señalar, como las partidas presupuestales, el dinero que existe para el bienestar de los arandenses, y no solo lo que ya hay, sino cómo generar mayor riqueza en el municipio. Con base en trabajo y honestidad se puede cambiar la historia, involucrando a la propia sociedad a integrarse a los proyectos de la industria, el campo, la salud, el deporte y hasta el bienestar animal.
Todo ello se ha conjugado en una campaña diferente, en una forma de hablar de frente y a los ojos a las personas, sin buscar denostar a los demás. Sin aplicar eso que se llama guerra sucia, sino todo lo contrario, tratar de no engañar ni hacer castillos en el aire. Al final de la faena los frutos serán reales, para que se pueda recordar y que se pueda decir
“Lupita nos lo dijo, no es tan fácil recuperar lo que nunca fue nuestro”. Tocó temas que otros callaron o en los que mintieron, como el hospital regional, el abasto de agua potable y hasta la seguridad pública.
La campaña de Fuerza por México debe ser reconocida por los ciudadanos, pues marcó la diferencia en muchos puntos. No solo en el mensaje de la candidata, sino también en el trato a los ciudadanos, y el respeto a los demás partidos. Entre sus innovaciones estuvo que mientras los adultos platicaban con ella, sus compañeros de planilla hacían lo mismo con el resto de los asistentes.
Todos, con conocimiento de lo que cada uno puede realizar como gobierno. También fue innovadora en los espacios en los que se presentaba, pues casi siempre la acompañó una miniferia que llamaba la atención de los pequeños, y mientras ellos se divertían los padres hablaban de política.
Porque Lupita Samoano ha enseñado que una parte cultural de todos los seres es involucrarse en la política, tan es así que en su mensaje convenció a mucha gente, y el resultado es una de las mejores campañas en cuanto a innovación para pedir el voto.
Este 6 de junio se verá reflejado en las urnas el gran paso que se ha dado en las nuevas campañas, donde Lupita Samoano dejará enmarcado que hablar de frente y mirando a los ojos es la forma más práctica para que los ciudadanos sepan que se habla con la verdad.
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