A finales del siglo pasado, el entonces presidente Eduardo López Camarena tuvo la idea -criticada por unos y aplaudida por otros- de construir una amplia banqueta que iba de la plaza principal al Parque Hidalgo.
Esta se fue convirtiendo en un paseo para los arandenses, era el principio de una nueva época donde todos esperábamos que continuara ese proyecto para poder caminar ampliamente por diferentes puntos de la ciudad, pero al concluir su gobierno todo quedó como estaba.
Hoy, caminar es un problema para los peatones, pues las banquetas son en realidad obstáculos que causan esguinces, torceduras o hasta accidentes mayores.
Cuando se repavimentaron algunas calles de Arandas, en la pasada administración, se construyeron nuevas banquetas dignas de los arandenses.
También ha sido así con las nuevas pavimentaciones que se han realizado en diferentes colonias. Pero todavía la mayoría de las banquetas -sobre todo en el centro de la ciudad- son un caos.
Algunas son angostas y tienen un poste en medio, otras tienen gradas, otras son de cerámica, las hay de casi un metro de altura o las que de plano están invadidas por mercancía.