Uno de los lugares más riesgosos en la ciudad de Arandas es la prolongación de la calle Francisco I. Madero, justo en la bocacalle del camino a Santiaguito, que se convierte en una cascada que desemboca en la carretera Arandas-León.
Es una calle que ha estado abandonada históricamente, causante de accidentes pues recibe las aguas de la parte norte de la ciudad, que deberían desembocar justamente en el río Gachupín, pero las autoridades no han tenido la atención que requiere este importante espacio, como un desagüe natural de gran parte de la colonia Divina Providencia, que por naturaleza corre hacia el lado sur.

Por la naturaleza del lugar en que se encuentra, colocar un colector para que lleve todas las aguas pluviales hacia el río Gachupín se convertiría en una obra bastante cara, ya que está al borde del paredón que separa la carretera de la población.
Construir una calle pavimentada que sirva de río al aire libre sería lo ideal para que el agua salga de forma directa al río, donde además se convertiría en una vialidad y se integraría este espacio ya poblado a la mancha urbana. Actualmente, en cada tormenta se forma una cascada de agua sucia.
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