César Hernández Ramírez es un arandense apasionado con la guerra cristera y el papel que jugó Arandas en ese conflicto. Recientemente se exhumaron los restos del padre Aristeo Pedroza, evento sobre el cual platicamos con César Hernández, quien expresó lo siguiente:
-El objetivo de exhumar los restos del padre Aristeo Pedroza era terminar con la leyenda de su figura. Primero, la gente había comentado en algunas ocasiones que había sido acribillado aquí en la puerta árabe del panteón del Carmen, el 4 de julio de 1929, y otras personas platicaron que años después lo habían dejado ir, que vivía, que había tenido una familia, que había vivido en otras comunidades.
Existieron varias leyendas a razón de que muere un 4 de julio de 1929 y se levanta su acta de defunción 6 meses después. Desde ahí empieza la leyenda porque ya nadie lo vio. En 1960 Rafael Martínez Camarena, junto con Aurelio Limón Rivas, Juan Velázquez y otros participantes cristeros decidieron exhumar su cuerpo hacia 1956.
Se necesitaban varias características, cuando lo exhumaron las características eran que tuviera un impacto de bala sobre el brazo izquierdo y que no hubiera restos de caja y que no estuviera bien acomodado el cuerpo. Cuando exhuman el cuerpo se dan cuenta que efectivamente todas esas condiciones se cumplieron, pero nosotros queriendo tener una opinión de un médico forense, llamamos al doctor Ernesto Díaz Canchola, especialista en medicina forense, quien nos hizo el favor de apoyarnos para hacer la nueva exhumación a 92 años de su muerte.
Esto para determinar en primera instancia que fuera un hombre que contara con la edad de entre los 25 a los 30 años, edad que tenía Pedroza, y que efectivamente el impacto de bala sobre el brazo izquierdo estuviera presente.
Pero descubrimos cosas nuevas que no estaban en las demás narrativas. Primero, que el cráneo de Pedroza fue completamente destruido, obviamente se notan las marcas de sangre de la época.
Nos planteaba el doctor sobre su mandíbula destrozada por completo, no tenía caries, no tenían imágenes de caries, pero lo que nos llamó la atención es que se le contaron mas de 25 bayonetazos donde le fracturaron las costillas, donde le fracturaron una parte de la mandíbula con un bayonetazo.
Ya al ver todas estas circunstancias, definitivamente a 92 años de esos hechos, el padre Juan Carlos López Camarena, quien nos acompañó y apoyó para hacer la bendición no solo de la cripta sino de su nueva cajita, todos muy emocionados estuvimos viendo un hecho histórico.
Realmente las crónicas fueron muy pobres para lo que sucedió con el padre Aristeo Pedroza Rosales, quien fue martirizado y masacrado aquí en Arandas, y que por eso nunca nadie lo pudo ver. Aquí muere un 4 de julio de 1929 y sus restos mortales están en la cripta de San José Obrero.