El Río Colorado, un cauce histórico que atraviesa la ciudad de norte a sur por el lado poniente, está siendo desazolvado para abordar problemas crecientes, especialmente durante la temporada de calor.
Este arroyo, lamentablemente convertido en un canal de aguas negras, ha sido fuente de preocupación para los ciudadanos debido a la proliferación de mosquitos y los malos olores que afectan a las zonas circundantes.
A pesar de la existencia de colectores a los lados del río, algunas construcciones han optado por verter sus aguas residuales directamente en el cauce, en lugar de canalizarlas adecuadamente.
Este problema ha persistido durante años, generando constantes reclamos de la sociedad arandense. Aunque ha habido intentos anteriores por parte de las autoridades para desazolvar el río, hasta ahora no se ha encontrado una solución integral para el manejo de las aguas negras en el Río Colorado.
La comunidad espera que estas acciones recientes no sólo alivien temporalmente la situación, sino que conduzcan a medidas permanentes y efectivas para resolver este problema añejo.