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Cumple 50 años la campana más grande de Latinoamérica

Hace más de 50 años, el sacerdote Juan Pérez Gallegos, teniendo en consideración que el templo de San José Obrero era uno de los más grandes de América Latina de una sola nave, pensó en hacerlo más llamativo al contar con una campana que se escuchara lo más lejos posible.

Sin más preámbulo inició las colectas para lograr la odisea; la gente apoyando la idea del sacerdote hizo aportaciones en efectivo, joyas, pedazos de oro y plata, para que al cabo del tiempo se fundiera la gran campana.

Campanil en Parque Hidalgo

Justo en uno de sus espacios muestra la fecha del 19 de marzo de 1969 y un peso de 14 mil 985 kilos. En aquellos tiempos, costó 25 pesos el kilo.

Hablamos de una época cuando el salario era de solo 20 pesos con 40 centavos para los trabajadores, cuando todavía se usaba el refresco Díaz y daban cinco tacos por un peso. Los bolillos costaban 20 centavos, es decir, se podían adquirir 125 por cada kilo de campana. Hoy esos mismos bolillos tienen un costo de 437 pesos con 50 centavos.

La reina del silencio – Fotografía tomada de Pinterest

Curiosamente el ronco sonido de la gigantesca campana fue la parte principal de la detonación de nuestro municipio, pues entre el 1965 y 1970 se dio el primer paso para el desarrollo de Arandas. En ese tiempo la historia narra la construcción de la Presa del Tule, la Unidad Deportiva Díaz Ordaz, la campana más grande de Latinoamérica, las avenidas Álvaro Obregón y Francisco I. Madero y las primeras pavimentaciones en Arandas.

Sin embargo, parece que los ciclos son bastante largos aquí, pues la construcción más importante durante los 20 años posteriores siguió siendo el tempo de San José, ya que se reforzó la torre del lado sur -viendo el templo de frente- para que pudiera con la mole de metal. Una gran obra de ingeniería para escuchar el sonido ronco de la campana desde lo más alto.

La reina del silencio – Fotografía tomada de Pinterest

Posteriormente fue bajada y colocada en el atrio en una acción totalmente democrática, ya que se solicitaba en cada misa la aprobación para bajar la campana. Esta se quedó a un costado del templo, y se sugirió que se refundiera para que tuviera un mejor sonido. Así transcurrieron prácticamente 20 años, hasta que de nuevo fue símbolo del progreso en Arandas.

Se acercaba el año 2000 y para marcar el cambio de ciclo, se inició la construcción del campanil en otro de los periodos más importantes de Arandas, cuando se construyeron carreteras como la de Agua Negra, Betania y la que lleva a Tepatitlán, así como las vías alternas y el campanil, junto con el banquetón de la calle Obregón, para convertir a esta campaña en un atractivo turístico para todos los visitantes.

¡Feliz cumpleaños, reina del silencio!

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